Esperando a una desconocida [Privado con Bell]

Era complicado de definir para la chica la razón por la que no podía definir de que manera referirse a su hermano, por eso no había podido dar una respuesta verdaderamente clara antes.
Se sonrió un poco más ante las acciones de su acompañante, acabando por sonreír con gran alegría ante sus ultimas palabras.

- Es que... no sé que es de él ahora... no creo que haya muerto, no totalmente, él es como yo a fin de cuentas...

Entonces repitió el gesto que había tenido antes, cerrando los ojos con una tierna y agradable sonrisa

- Espero volver a verlo pronto

Descorche el vino y lo servi, de la misma manera servi la cena, y me dispuse a comer.

Luego de dar el primer bocado, pregunte a Bell:

-No quedo tan mal, verdad?- una cara de confucion se dibujo en mi.

-espero que te guste la cena, pero si no te gusta, aqui en la esquina hay un restoran...si quieres podemos ir a cenar ahi....- espere su respuesta, espectante a lo que iba a decirme respecto a la cena.

La pelinegra comenzó mirando su plato, subiendo la vista hacia el joven al momento en que este le hablaba, oyendo con detenimiento sus palabras a la espera de que concluyera para comenzar a comer.
Con cuidado acaba por llevarse el tenedor a la boca, tomándose un momento antes de sonreirle al muchacho alegremente.

- Iie, daijobu ka.

Respondio haciendo un gesto con la mano para despreocuparlo, con los ojos cerrados nuevamente, volviendo a probar su comida. Luego rió con suavidad al darse cuenta que nuevamente estaba hablando en otro idioma.

- No, esta bien.
Cocinas muy bien, tendrás que enseñarme

Mire a la joven Bell , y cuando escuche su respuesta Salte de la silla de la alegria.

Aunque cuando escuche :" tendras que enseñarme".

Mire a la joven de manera muy seria casi intimidante...y con un rapido movimiento levante mi mano, y con el dedo indice indicando el techo dije:

-jamas cocinaras tan Delicioso como yo......JAUAJAUAJAUAJAUA-rei descontroladamente.

-Si lo deseas, no me queda mas opcion que enseñarte.- dije mirandola directamente.

-Bell......alguna vez te enamoraste?- pregunte dandole un poco mas de seriedad a la conversacion.

-Se nota en tus ojos....Por mas macabra que sea tu mirada, se nota que eres muy tierna- aclare mientras me disponia a tomar la copa de vino para darle un fuerte trago.

La joven ojiroja se sonrió levemente, con un aire quizás más calmado que nunca antes, mientras que de soslayo se vislumbraba la melancolía en su mirada.

- Si, si me he enamorado... aunque no he tenido verdadero éxito...

Al escuchar lo que le seguía a ello, se sonrió bastante más alegremente, dejando atrás toda la melancolía.

- ¿sabes? eres de las pocas personas que han visto esto, enorgullecete hehehehe

Escuche las palabras de la joven, y comenze a reirme por el comentario de Bell.


-jajajajajajajah, me siento honrado por ser el unico que te conoce asi...- diciendo esto comenze a aceracrme de a poco a la joven.

Y con mi dedo indice y mi dedo pulgar, la tome suavemente del menton y comenze a acercarla a mi boca.

Faltando unos 3 centimetros frene, para que ella fuera la que decidiera.

Al ver todo aquello la mirada de la ojiroja se tornó levemente más seria, mientras que dirigía un gesto casi reprochador hacia el muchacho delante de ella, que ahora se encontraba a unos pocos centímetros de su cara.
Se mantuvo así unos cuantos minutos, a la espera de que viendo aquello el mago alargara la distancia entre ambos rostro.

- Suponía que no pretendías nada conmigo...

Susurró suavemente, no como una queja sino como una observación, en un tono casi neutro, difícil de definir

Al escuchar las palabras de la joven, mi cuerpo retrocedio lo suficiente para que ella entendiera que no haria nada sin su aprobacion.

-Perdon, es que....- dije haciendo una pequeña pausa.

-Creo que....hiciste que sintiera algo por ti, eres especial Bell, Perdon si esto te molesto- dije haciendo que todo mi cuerpo volviera a su posicion original, en la silla.


Lamento lo que hice bell, pero no pude resistir, eres demaziado hermosa, y demasiado tierna.- dije en forma de disculpa.

-Creo que recien te conosco, pero despertaste algo en mi- encendi un cigarro y quede cabisbajo esperando alguna reaccion de ella.

La joven de ojos escarlata agachó un poco la mirada ante la disculpa del joven, no era que lo despreciara, sino que ella estaba enfocada en otra persona, no era culpa del muchacho a fin de cuentas.

- Gracias, también me resultas especial, me agradas...

Hizo una pausa, elevando sus ojos entrecerrados ahora, mostrándose algo culpable y entristecida al ver así a su nuevo amigo.

- Eres una gran persona, Benimaru...

Nuevamente seguido a eso guardo silencio, se sentía mal por decirlo, ella amaba a alguien más, alguien que jamás correspondería a sus sentimientos, alguien de los que habían caído bajo la misma sombra que ella o incluso peor... la detective de orbes grisáceas era lo que atravesaba su perturbada mente entonces.

Mi cabeza, todavia estaba agachada al escuchar las palabras de la joven Shinigami.
No era normal que me agradara alguien....o no en el modo en el que ella me agradaba.

Mi animo cambio cuando escuche salir de su boca " Me agradas"

Mi cabeza se levanto de repente y sonrei muy entusiasmado.

-Gracias Bell...Aunque no te agrade como tu me agradas a mi...- dije sonriendole a modo de broma.

Luego de terminar la cena, sabia que no podia dejar pasar la oportunidad.

-Jajajajaja, ahora viene el postre, espero que hayas guardado lugar- una risa infantil se hizo presente en mi boca.

Toda su tristeza se acabo por aplacar, sonriendole con algo más de amabilidad que de alegría real, después de todo aun se sentía algo culpable.

- ¡Genial!~

Alzando los brazos en el aire dio un salto en su asiento, con los ojos cerrados y chillando como una niña pequeña, mientras su sonrisa se ampliaba un poco más, disfrutando el buen momento que estaban pasando.

Comenze a caminar, en direccion a la cocina, silvando y bailando una cancion, un tanto pegadiza.
Al darme cuenta del espectaculo horrible que estaba haciendo, mire fijamente a mi nueva amiga y le suplique.

NUNCA ME VISTE HACER ESO-dije, mientras que con el dedo indice la señalaba y lo movia, aun al ritmo de la cancion.

La aludida, parpadeando un par de veces entre curiosidad se sonrió con gran alegría, haciendo una seña similar a la que realizan en la milicia para afirmar que estaban atentos o obedeciendo a la orden dada.

- Ok~

Acto seguido comenzó a saltar también, sonriendo alegremente, como si se hubiese contagiado de la felicidad del muchacho

Mientras bailaba, me dirijia a la cocina.
Prepare 2 grandes tazones de Helado.

Y volvi bailando al comedor, la tome por la cintura y saque a bailar a Bell.

-Vamos animate- dije tomandola por la cintura.

-Pero no admitire que vuelvas a hacer la señal de soldado - me rei suavemente (xD)

Mientras bailaba con él la joven sonríe divertida ante lo ultimo dicho por el rubio ojiazul, riendo un poco mientras danzaba a la par de este.

- ¿Por qué no?

Lo mira con cierta diversión, entrecerrando sus ojos escarlata entretenida con lo que estaba ocurriendo

Mientras bailabamos, la hice girar, tomandola con mi mano derecha.
Cuando Bell termino de girar, la pegue a mi cuerpo y envolviendola por su cintura con mi brazo derecho, la hice que se reposara sobre este, haciendola descender casi hasta el borde del suelo.
La musica no sonaba, yo no silvaba, solo era yo como un idiota, haciendo bailar a mi hermoza acompañante.

-Por que no!!!- dije respondiendo su pregunta, mientras que con mi mano derecha tomaba suavemente su cabeza apoyandola en mi hombro para bailar "lento"

-Despertaste algo en mi niña- dije riendome...y esperando una respuesta, bese suavemente su megilla izquierda.

-Te quiero Bell- dije con un susurro en su oido

Acompañaba los pasos del joven dejando que este le hiciera danzar, no sabia bailar por lo que simplemente seguía las acciones del rubio muchacho.
Una suave risita escapaba de los labios de la pelinegra al ver que no seguían el ritmo de ninguna canción, bailando acompañados únicamente de aquel efímero pero agradable momento.

- También yo, nadie me había tratado como tu lo haz hecho...

Susurraba la pelinegra aun recargada en el hombro del muchacho... de igual forma era muy difícil que ella cambiase sus intereses, la ojinegra aun no lograba escapar de su memoria, aun permanecía esperanzada de volver a verla.
Levemente entrecierra los ojos, entre apenada y melancólica, sin querer decirle al joven sobre aquello con temor a lastimarle

La sonrisa de la joven, me tranquilisaba, tanto como para olvidar mis propios problemas, deathpool era mas que un enemigo ahora.
De soslayo pude ver el rostro de Bell, un dejo de tristesa habia en el. Por lo que la detuve suavemente, e hice que nos sentaramos en el suelo.

-Que tienes Bell???- pregunte algo preocupado.

-Tu rostro no es el mismo que hace unos segundos- dije mirandola firme, pero tiernamente a los ojos.

-hice algo mal??- dije agachando la cabeza, disculpandome por algo que ni sabia si habia hecho yo.

-Si hice algo mal.......disculpame.....no quise hacerlo- dije con mi cabeza aun agachada.

Con una suave sonrisa en sus labios la muchacha niega con la cabeza, entrecerrando un poco los ojos y tocando con suavidad la mejilla derecha del muchacho para que elevara la mirada hacia la rojiza vista de la medio-shinigami.

- Tu no hiciste nada, sólo recordé algo...

Susurró suavemente, mirándole tiernamente, algo apenada por haberle lastimado sin intención

Mire a la joven mientras esta sonreia...era muy hermosa verla con esa tierna sonrisa dibujada en su boca.
Una gran felicidad invadio todo mi ser, estaba acompañado por una shinigami, muy diferente a tod@s l@s demas.
Era una mujer ampliamente tierna, era una mujer muy tierna para ser "lo que era".

-Bell.....a quien recordaste?- pregunte de manera tierna tomandole el rostro con mi mano derecha.
Acaricie su rostro de manera muy tierna y dije:

-Eres mi primer...AMIGA...sinceramente una Amiga....- dije, y haciendo una pequeña pausa retome diciendo.

-Tu te acercaste a mi...por lo que soy, no por lo que tengo... no por lo que soy un echicero- dije de manera mas tierna aun con la mano en su rostro.

-Sinceramente...Te quiero...Por que te acercaste a mi, a Benimaru Nikaido....no al echicero de velocidad de la luz- dije agachando mi cabeza para que esta joven no viera la lagrima que corria por mi rostro.

Esta lagrima, no era por tristesa, era por la enorme felicidad que sentia en mi cuerpo y en mi alma

Los rojizos ojos de la pelinegra se entrecerraron con suavidad, conmovida por la ternura y calidez con la que el joven le hablaba y se mostraba ante ella, se sentía muy bien al representar algo importante para él, al ser una amiga verdadera, ya que no se había sentido así hace ya bastante tiempo.
La mano contraria a la que le acariciaba el rostro fue a parar a las facciones del joven, recorriendo su mejilla con suavidad, tiernamente.

- Gracias... eres un gran amigo, Benimaru.

Susurró con cierta dulzura, realmente debía apreciarlo mucho para estar en ese estado por tanto tiempo.

- Sólo recordé a una persona que aprecio demasiado... tengo miedo de volverme peligrosa para con los que le rodean, principalmente con la persona más cercana y a la vez más distante de ella.

Antes de continuar realizó una leve pausa, mirando al joven con detenimiento, pensando a su vez en como continuar su relato.

- Hace unos meses nos volvimos a encontrar, logre pasar un precioso tiempo a su lado pero... nuestro pueblo se destruyó, no sé donde esta, y realmente no puedo sacarla de mi mente.

Senti la caricia en mi megilla, por la cual una sonrisa se dibujo en mi rostro.

Tome una postura mucho mas seria...y mirando sus rojos ojos pregunte:

-Quien es esa persona bell?- mientras le acariciaba el rostro.

-Tu???- pregunte.

-Tu no puedes ser peligrosa Bell...una mujer tan tierna y hermoza no puede volverse loca y destruirlo todo asi por que si- dije mientras depositaba un suave beso en su megilla y le sonreia

A pesar de que lo que el joven le decía le hacia sentir realmente bien no pudo evitar soltar una suave risita, casi incrédula, en parte sorprendida por "ingenuidad" de sus amables y dulces palabras.

- ¿Sabes? Tu solo conoces una parte de mi, la única que podría llamarse inofensiva en todo lo que yo represento...

Luego de meditarlo momentáneamente decidió responderle de a poco a cada una de sus interrogantes sintiendo la mirada del joven sobre sus brillantes ojos rojizos.

- Se llama Lime, L-chan, es a su vez una de las personas que fue indirectamente lastimada por mi hermano, Beyond...

Nuevamente realiza una pausa, organizándose. No quería destruir el concepto que el joven tenia de ella ahora, no quería alejarlo... pero tampoco quería mentirle, y eso era más importante.

- En algo estas en lo cierto, no podría enloquecer y destruirlo todo solo porque si... pero si podría descontrolarme y atacar a alguien sin previo aviso si hirió a alguien que aprecio mucho o a mi misma... lo llevo en la sangre, no puedo evitarlo.

Luego de otro corto silencio tomo un aire quizás más serio, mirándole ahora ella directamente a los ojos al mago, mientras rebuscaba algo en sus bolsillos. Dando con el objeto que buscaba lo extrae mostrandoselo.
No era más que una navaja, con una considerable letra "B" grabada (como si fuese con un cuchillo, rasgando la madera) en su mango.

El joven mago escuchaba atentamente cada palabra de la joven.
Intentando entender las retorcidas palabras que salian de la boca de la joven.

-No creo Bell...no creo lo que dices- dije de manera incredula

-Que tiene que ver esta navaja en todo esto?- Dije sacando la navaja de su mano y haciendola girar rapidamente en su mano.
Haciendo rapidos movimientos con sus manos, comenzo a girar la navaja de un lado al otro, tomandola tanto por el mango como por la hoja.
Los diferentes movimientos que este realizaba con el cuchillo, formaban con sus movimientos, un simbolo de infinito, luego de estos rapidos movimientos el joven volvio a entregar la navaja a la joven y en un intento por descubrir lo que esta significaba dijo:

-No se por que la portas...para defenderte no sirve- comento...y haciendo una leve pausa continuo

-El mango de esta, esta un gramo mas pesado que la hoja- una leve sonrisa confusa se dibujo en mi rostro.

La joven suspiró levemente irritada ante aquella terca incredulidad, aunque en parte le alegraba que creyera en ella, pero estaba segura de esto, ella no le mentiría a él.
En parte sentía algo de compasión por él, intentaba enfrentar todas sus oscuras palabras con una sonrisa que aplacaba la confusión y el desconcierto, en un intento por borrar aquellos retorcidos pensamientos de la mente de la ojiroja.

- No te ocultes, no lo niegues, no sirve de nada... lo siento

Sentenció mirándolo a los ojos con una pasmosa serenidad, encontrando la misma mirada incrédula de antes. Luego, recayendo en el tema del arma la pelinegra frunció el ceño entre frustrada y molesta, aunque posiblemente no con el joven.

- Esta cosa... esta cosa fue lo que daño todo lo que respectaba a nosotras, ya no puedo mirarla a los ojos luego de esto...

Parecía hablar consigo misma, apretando con el puño cerrado la navaja que aun permanecía entre sus dedos, agitándola a cada palabra, mostrando toda su frustración y su enojo.

- Claro que no sirve para protección, al menos a mi no... pero a él le sirvio de mucho...
Aunque no lo culpo, después de todo teniendo su carácter quizás hubiese hecho lo mismo...

Luego de las ultimas palabras dichas sonrió como si fuese el mejor día de su vida, cambiando completamente su carácter, por poco parecía que se lanzaría a cantar una canción para niños en un parpadeo.